M CLAN EN SALA OASIS
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Crónica concierto de M-Clan en Zaragoza
8 de abril en la Sala Oasis
COMO ARMA, LA MÚSICA
Desarmados, así anunciaban su concierto Carlos Tarque y Ricardo Ruipérez, que han vuelto a los escenarios tras su exitosa gira que se cerró con el disco en directo de Dos noches en el Price, rodeados de grandes colaboraciones y que mostraba a las claras lo que son capaces de hacer sobre un escenario.
Lo que presentan en esta gira no es un acústico, como el que ya hicieron hace unos años, sino un cara a cara con su público, en el que no sabes si has ido a un concierto o a un karaoke. Guitarra, cajón, pandereta y armónica. Con eso sobra cuando se tiene la calidad de esta pareja. Y el resultado fue que estaban bien armados. Grandes canciones, voz espectacular y buen rollo durante toda la velada. Así da gusto.
El repertorio fue viajando por su larga discografía, dando un buen repaso a sus canciones más conocidas y a algunas no habituales en sus directos, como Miro atrás y Canción sin retorno, ambas de sus dos primeros discos.
Abrieron Con Filosofía Barata y Souvenir, y a continuación bordaron una espléndida Para no ver el final, que refleja los discazos que han sacado en los últimos años. Antes de una bonita interpretación de la canción Inmigrante, aprovecharon para mostrar su desconformidad con las últimas decisiones tomadas por los gobiernos respecto al tema de los refugiados, hecho muy aplaudido por la mayoría del público, que hay que mencionar que llenaba la sala Oasis.
Las canciones y la gran sintonía con la gente se fue sucediendo sin descanso, haciendo la primera versión de la noche e invitando a entrar en la sala a los Black Crowes para tocar su Hard to Handle. La canción que cerró el primer bloque fue la que nunca falla en los finales de sus conciertos, Quédate a dormir.
El primer bis lo abrieron con la enérgica Las calles están ardiendo, que sonó con mucha fuerza gracias a la potente voz de Tarque y a la total colaboración del personal (más de uno se iría afónico a casa). A continuación hubo oferta de debate para el público: ¿versión de Bruce o de la Creedence? Pues las dos sonaron. Primero buenísima versión de Hungry Hurt de Springsteen y después la no menos buena Hey tonight de la Creedence. El personal, encantado de la vida. Y para despedir el bloque, Miedo, no podía faltar en una noche “acústica”.
Y como era de esperar, el último bis fue para Carolina y Maggie despierta. Karaoke total y aparición estelar de Bruno Mars (espontáneo de lujo) para hacer temblar el cajón, competir por el micro con Tarque y no desentonar mientras este bajaba a terminar la canción entre el público, ante el algarabío general.
Gran concierto como era de esperar de los murcianos, y a los que deseamos suerte en la grabación de su próximo disco, que van a grabar en USA al acabar esta mini gira. Volveremos a verles con su banda, que eso es lo bueno de verdad.