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«DESCONCIERTO» BEJO EN LAS ARMAS

DESCONCIERTO

“Este tío es la caña de España, ¿eh? ¡Ha puesto la sala patas arriba!” exclamaba una trabajadora de la sala Las Armas nada más acabar el show de Bejo de este viernes. Estas declaraciones dejaban entrever que los directos de este rapero canario se alejan del concierto canónico que suele tener lugar en esta coqueta sala zaragozana. En efecto, esto se aproxima con precisión a Borja Jiménez Mérida (El Hierro, 1994), ya que él mismo reconoce que no es un rapper estándar.

Para los que el nombre de Bejo no les diga nada, se le podría definir como el enésimo rapero español talentoso que triunfa gracias a Youtube. Sin embargo, Bejito igual no tiene el monopolio del micro, pero lo tiene de la originalidad. El paradigma bejista es amplio y, para empezar, tiene como logo un dibujo simple, en blanco y negro, de 8=D. Un logo que luce todo su merchandising y que no se corta en dejar sellado en la piel de su público en su gira de desconciertos.

Esta gira tiene como fin presentar su nuevo trabajo, Parafernalio: todo en general, nada en particular. Un disco que define bien su estilo ya que ni siquiera es un producto pensado como tal sino una agrupación de temas recientes. Carece de estructura o de hilo conductor, es un poco de todo con estilo variopinto. Se intuyen algunos temas como el desamor, pero siempre desde una postura despreocupada ya que su intención no es la de hacer reflexionar. De hecho, osa realizar un enaltecimiento del desorden o de la procrastinación en algunas de sus letras. Tal es el revuelo que causa entre los internautas que acostumbra a hacer referencia a su propio estilo, regalando, poco a poco, trocitos de él ya que no tiene reparo alguno en ir de frente. Como define perfectamente en 1 papa pal kilo: Pero me dicen: ‘Man, ¿cuál es el mensaje?’, Y yo les digo: ‘Bye, disfruta del paisaje’.

Precisamente esta canción fue la elegida para dar el pistoletazo de salida a su desconcierto. Quizás porque el contenido le define muy bien, o quizás no. Él no lo descarta pero no lo garantiza.

Antes de esto, su escudero Dj Pimp ya había entrado en escena y había saciado temporalmente la sed de rap del público maño con un breve pre-show, calentando los platos de una sala en la que abundaba la juventud. Durante la espera, ya que la hora del concierto fue anunciada en el horario canario, se pudo observar la magnitud del alcance del Bejismo plasmada en peinados, fondos de pantalla y, por supuesto, gorras y camisetas con ese logo tan atrevido. Además del público autóctono, también se pudieron ver atuendos regionales de paisanos de Bejo que no perdieron la ocasión de ver a su ídolo en directo. Y es que no se puede negar la diversidad cultural que aporta a la ciudad la Academia General Militar de Zaragoza…

Mentecato, Perogrullo… Los temas nuevos de su disco se sucedían tranquilitos hasta que Bejo le metió el nitro con alguno más viejo y conocido como Metamorfosis, 8 Mississipi o Amigos Desconocidos, pertenecientes a su antiguo álbum Hipi Hapa Vacilanduki. Además, muchos de estos temas eran acompañados de su correspondiente videoclip proyectado en la pantalla de la sala. Los filmes, todos con la firma de Cachi Richi, son un medio por el que Bejo se desenvuelve como pez en el agua, ya que le permiten plasmar todas sus ideas extravagantes en formato audiovisual, lo que llama más la atención, especialmente a las nuevas generaciones. Actualmente parece que si una canción no tiene videoclip significa que no es buena o que el artista de turno tiene mejores. Así las cosas, raras son las canciones de Bejo sin “vidéo”, donde se le puede ver comiéndose algo extraído de su nariz, rapeando dentro del tronco de un árbol o en una granja bovina.

Borja no sólo chorrea personalidad en sus vídeos sino que sus bolos también son bastante singulares. ¿Quién ha visto a un rapero en un escenario subido a unos zancos? Pues Bejo no se lo pensó dos veces y se caracterizó en acorde al videoclip de Onomatropella. No conforme con esto, se adaptó a las tradiciones aragonesas y sacó una decorada cesta llena de regalos para realizar una ofrenda al pilar fundamental de su éxito: sus fans.

A su dj y productor, Dj Pimp, tampoco le incomoda salirse de los cánones del rap y acompañó la peculiar voz de Bejo a ritmo de una batería en un par de canciones. Según Bejo, este instrumento navegó en una patera desde el archipiélago canario y desembarcó, “de propio”, en el puerto fluvial del Ebro. Tras mostrar sus habilidades como percusionista, Dj Pimp realizó otra performance más cercana al rap, en la que scrachteó con el codo, de espaldas o, incluso, con los ojos tapados. Así pues, se mostró a la altura de su MC sin ni siquiera ponerse de puntillas. También fue original, teniendo en cuenta que entretuvo a los asistentes en los breves parones del desconcierto con clásicos de otros géneros como Gasolina (Daddy Yankee) o Watch out for this (Major Lazer).

Como él mismo dice en sus letras, preparó una macedonia que contenía, freestyle, un micrófono “mágico” que cambiaba manualmente su voz y, por supuesto, Mango. Sin embargo, el ingrediente predominante fue la interacción con el respetable. El público maño se fue contagiando poco a poco de la sangre caliente de Bejo, el cual les hizo saltar a ritmo electrónico, dar palmas, hacer sentadillas Hasta abajo y cantar un par de canciones tradicionales canarias. Se echó de menos otra fruta como el melón, símbolo del grupo Locoplaya, el grupo de rap que forma junto con Don Patricio y Uge.

Aunque su estilo se base en el humor y los juegos de palabras –es el rey de la paranomasia-, Bejo es sinónimo de variedad. Los subwoofers de la sala reprodujeron salsa, ritmos canarios tradicionales, un Guaña Guaña muy trapero e, incluso, un estribillo, el de Tupperware, inspirado en el exitazo de 2016: Work (Rihanna). Bejo es capaz de combinar sin reparo una canción lenta y melódica con otras cuya intención es hacer mover el ano. Es por ello que ha colaborado con otros raperos mainstream de la talla de Akapellah o Rels B pero también con Lapili, cantante de Denbow. Para ello, no se limita a Dj Pimp, sino que en Parafernalio hay producciones de Beaty Brain, Cookin’ Soul o Ba$$ilones. Este último es el autor del remix de una de sus canciones con más reproducciones: Poco.

Poco nació gracias al éxito de su hermano Mucho, evidente punto de inflexión de su carrera en 2016 y su actual magnun opus. Esta canción fue la elegida para cerrar el concierto, algo que no sorprendió a la gente. Sin embargo, lo inesperado fue la manera de llevarla a cabo. Bejo comenzó dejando que fuera el público en exclusiva quien se encargara de cantarla. Ante la efusiva respuesta maña, no dudó en bajar del escenario y rapearla, dando botes, y cediendo el micrófono en los punchlines al primero que se encontraba. Así fue la catarsis de un concierto que, seguro, no dejó indiferente a nadie.

Si quieren saber algo más de Bejo próximamente, sólo tienen que desplazarse entre semana a La Caleta, en la isla de El Hierro y lo podrán ver junto a los demás Locoplaya bajo una sombrilla o en remojo en el caso de que haga mucho “calufo”. Sin embargo, ni debajo del agua lo podrán ver sin sus gafas de sol, sujetadas por ese collar formado con conchas recogidas en esa misma playa.

Si les da miedo volar o prefieren una alternativa más asequible, pueden optar por seguirlo en sus activas redes sociales y podrán disfrutar de sus locuras a diario, algo que no tiene precio. En cambio, el fin de semana estará ocupado viajando por toda España con su gira de desconciertos. El domingo ya verá lo que hace el domingo, pero viernes y sábado seguirá poniendo salas patas arriba, por lo menos hasta el mes de marzo.

 

                                                                                                Javier Bermejo Morato

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