BUNBURY EN EL PANTANO DE LANUZA
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Bunbury el día 30 de julio en el Festival Pirineos Sur
El tirón que tiene Bunbury no lo tiene cualquiera como demostraba la interminable cola que había en la entrada del festival Pirineos Sur ayer en Lanuza para verlo actuar, desde las siete de la tarde o antes incluso y el concierto era a las diez. El ambiente era de gala y por suerte la lluvia no hizo acto de presencia como llegamos a temer en alguna ocasión, ni tampoco hizo un frio del quince como sucede a veces en esa zona del Pirineo.
Un poco después de las diez salió el zaragozano a escena acompañado de su banda los Santos Inocentes, músicos con los que lleva ya mucho tiempo y con los que parece haber encontrado una estabilidad musical y una compenetración artística a la altura de su calidad como cantante y compositor.
El sonido al principio no era especialmente bueno pero se fué corrigiendo a lo largo del concierto , cosas que pasan en los eventos al aire libre.
Venía Bunbury a Lanuza a presentar su último disco El Libro de las Mutaciones, un Mtv Unplugged que contiene canciones de su etapa en solitario y alguna de la época de Héroes del Silencio como es el caso de Avalancha por ejemplo, canción que, por cierto, ayer incluyó en el repertorio. En palabras del propio Bunbury ”es un Unplugged entre comillas porque estábamos todos muy enchufados”.
https://youtu.be/-ZaB6eR_o-0
A lo largo del concierto sonaron temas como Dos clavos a mis alas, Los inmortales, Que tengas suertecita, Infinito, El rescate, Los habitantes, El extranjero (tema que merece mención a parte porque marcó sin duda el punto álgido del concierto), Lady Blue, Y al final, en fin, pegó un buen repaso a su carrera. Tocó más canciones de los Héroes de lo que nos tiene acostumbrados, como Iberia sumergida (tema con el que empezó la actuación ), Mar adentro, la citada Avalancha, La chispa adecuada, Maldito duende, entre otras.
La gente estaba disfrutando a saco,todo el público estaba enfrascadísimo en el concierto, se notaba que había ganas de ver a Bunbury en acción, la peña se sabe las canciones como el padre nuestro y eso mola, le daba a a la actuación un rollo de comunión que no es fácil de conseguir.
Entonces, como a mitad del concierto más o menos, el paisano nos comunicó que llevaba un resfriado muy fuerte encima y que era probable que la actuación acabase enseguida; el fantasma del pasado recorrió Lanuza de arriba a abajo, ya sabes, rollo espantá y todo eso. Si que es cierto que al hablar se le notaba la voz un poco ronca pero cantando, yo personalmente, no notaba nada raro, lo habitual, que canta como Dios y tal.
Afortunadamente para todos el tío tiró de garra y coraje y cuajó una actuación de casi dos horas que a la gente le supo a poco, pero que, visto lo visto y estando el patio como estaba ya os digo que ..con un canto en los dientes y a esperar que para Septiembre, en Zaragoza, se le haya curao el trancazo.